El apareamiento de la Diosa del Crepúsculo

Eva creció traumatizada y sola tras presenciar el asesinato de su madre a manos de unos atacantes de la Manada del Diamante Negro. Su prometido Jacob también se unió a todos para aislarla. Cuando Eva cumplió 18 años, por fin consiguió su propio lobo. Conoció al encantador Silas en el bosque. Para sorpresa de Eva, Silas se transformó entonces en forma humana, convirtiéndose él mismo en licántropo, rey de Arcadia y gobernante de todos los hombres lobo. Quiere que ella se convierta en su reina y gobiernen juntos el reino de los hombres lobo. Silas parece tener un pasado muy oscuro y muchos enemigos, lo que preocupa a Eva, que no está segura de poder ser su compañera ni de encajar en su peligroso mundo. Silas intenta asegurarle que la quiere y que nunca permitiría que sufriera ningún daño, explicándole que Eva es en realidad una loba muy rara con poderes especiales. Le dice que tiene más cosas que contarle, pero que debe ir con él a Arcadia. Tras considerarlo detenidamente, Eva decide darle a Silas la oportunidad de demostrar su valía y viaja con él a su reino. Durante su largo y peligroso viaje juntos, se encontraron con muchas dificultades y peligros. Tras llegar al Reino de Arcadia, Silas revela a Eva que en realidad es una diosa loba con increíbles poderes que sólo están empezando a florecer. Silas le explica cómo sólo juntos podrán gobernar a los hombres lobo y desterrar para siempre a los malvados Diamantes Negros, trayendo la paz al reino. ¿Puede Eva confiar en Silas? ¿Se mezclarán y vivirán felices para siempre?